El deseo de ser madre y padre y buscar un embarazo puede ser una experiencia emocionante y, otras veces, desafiante. Como matrona se que puede resultar frustrante la continua búsqueda y la realización de test de embarazo con resultado negativo.
No estás sola, son muchas las mujeres en tu situación, con deseo de embarazo y en búsqueda activa. Me gustaría acompañarte en esta etapa, entendiendo tu situación y los sentimientos de soledad, incomprensión e incluso ira.
A continuación, comparto contigo unos consejos para la búsqueda de embarazo y si quieres estar acompañada durante todo el proceso, no olvides apuntarte a la tribu de mamis fuertes de Mami Academy, donde te sentirás arropada tanto por el resto de mamis como por nuestras profesionales.
1. Analiza tu ciclo menstrual para predecir la ovulación
Para aumentar la posibilidad de embarazo, es fundamental conocer tu ciclo menstrual con la finalidad de identificar tus días más fértiles.
¿Eres regular? Es decir, ¿tus ciclos siempre son de la misma duración? La ovulación es el momento en que un óvulo es liberado del ovario y está listo para ser fecundado por el espermatozoide, lo que suele ocurrir alrededor del día 14 de un ciclo regular de 28 días, pero puede variar dependiendo de tu ciclo menstrual. Puedes tener ciclos regulares de 26 o de 32 días, pero tu día de ovulación puede no corresponder al día 14.
¿Conoces el método sintotérmico? Esta herramienta te permite analizar tu moco cervical y crear gráficos de temperatura basal, para identificar tus días fértiles.
El moco cervical va cambiando a lo largo del ciclo en función de los niveles de estrógenos, cuando estos son más elevados el flujo se torna más fluido y elástico, lo que indica un pico de estrógenos y con ello la proximidad de la ovulación.
La temperatura corporal basal de la mujer aumenta ligeramente, alrededor de 0,5º C cuando se produce la ovulación. Debes tomarte la temperatura cada día por la mañana antes de levantarte y a la misma hora.
También dispones de Kits de predicción de la ovulación, se tratan de tiras de ovulación que detectan el pico de LH en orina (positivo 24-36 horas antes de una posible ovulación). No detectan la ovulación como tal, por lo que son una herramienta complementaria a las anteriores.
Calcula tu ventana fértil y mantén relaciones sexuales alrededor de estos días, para esto debes calcular tu día de ovulación mediante los métodos anteriores y saber que el óvulo tiene una vida media de 24 horas y el espermatozoide de 72 horas.
2. Consulta preconcepcional
Solicita una consulta preconcepcional con tu matrona de referencia en el centro de salud.
En esta consulta se abordan temas como la suplementación necesaria, la solicitud de una analítica o la actualización de tu citología y el calendario vacunal. Además, tu matrona o médico puede ofrecerte consejos sobre cambios en el estilo de vida que podrían mejorar tus posibilidades de embarazo y también de tener un embarazo saludable o de bajo riesgo.
3. Alimentación variada y saludable
Seguir una dieta equilibrada y disminuir la inflamación crónica es crucial para que tu cuerpo se encuentre en una situación de salud óptima para el embarazo.
Priorizaremos los alimentos no procesados, las frutas y verduras, proteínas magras y cereales integrales. Además, asegúrate de consumir suficientes nutrientes esenciales como ácido fólico, hierro y calcio, que son vitales para el desarrollo temprano del feto y pueden prevenir defectos congénitos.
4. Evita tóxicos
Evita el consumo de alcohol, tabaco y otras sustancias nocivas. Estas sustancias pueden afectar negativamente la fertilidad y el desarrollo del feto durante el embarazo.
Además de estos tóxicos, limita la exposición a productos químicos dañinos en el hogar y en el trabajo (sprays, plaguicidas, productos de limpieza, productos de estética), y opta por productos naturales y ecológicos siempre que sea posible.
5. Suplementos adecuados
5.1 Ácido fólico
Tomar suplementos antes y durante el embarazo es de gran importancia, especialmente aquellos que contienen ácido fólico o vitamina B9, ya que ayuda a prevenir defectos del tubo neural en el bebé (como la espina bífida). Existen varias formas de esta vitamina B9:
- ácido fólico: forma sintética o artificial
folato: forma activa, presente en vegetales de hoja verde como lechuga, espinacas, acelgas, brócoli o espárragos verdes), hígado, yemas de huevo, legumbres, aguacates, frutos secos, semillas de chía
Te recomiendo tomar un suplemento de metilfolato (forma activa) diariamente con 0,4 mg o 400 mcg, desde al menos uno o tres meses antes de la concepción y una vez estés embarazada, aumentar a 600-800 mcg. El metilfolato también lo encontrarás como 5MTHF (5-metiltetrahidrofolato), metafolin, L metilfolato, L-5-MTHF, quatrefolic o ácido levomefólico.
5.2 Yodo
El yodo, otro suplemento imprescindible en esta etapa, ayuda al desarrollo de las hormonas tiroideas del bebé que están implicadas directamente en el desarrollo cerebral y psicomotor.
Puedes cubrir tus necesidades de yodo con una alimentación adecuada, consumiendo 3 raciones de leche o derivados y 2 gramos de sal yodada. Es importante valorar tu alimentación antes de suplementar, en el caso de que sea necesario puedes tomar 200 mcg/día de yodo. Se recomienda iniciar al menos 1 mes antes del embarazo, continuar durante el embarazo, el posparto (4-6 semanas) y la lactancia materna.
5.3 Otros suplementos
Otros suplementos recomendados pueden incluir hierro, vitamina D y omega-3, por lo que deberás consultar con tu matrona o ginecólogo de referencia para saber cual es el adecuado en tu caso.
6. Manejo del estrés y ansiedad
El estrés puede afectar la fertilidad, por lo que es importante encontrar maneras de relajarte y mantener una mentalidad positiva. Practica técnicas de relajación como la meditación, el yoga, la respiración profunda y otras actividades que te ayuden a reducir el estrés. Mantener un equilibrio saludable entre el trabajo y el tiempo personal también puede ser beneficioso.
7. Actividad física adaptada
Mantenerse físicamente activa puede mejorar tu salud general y tu fertilidad. Realiza actividad física adaptada a esta etapa y dirigida por profesionales especialistas.
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