En la atención al parto en los hospitales se tiende a la medicalización del proceso, y a la intervención excesiva tanto en la madre como en el bebé, algo que no favorece la lactancia materna. El éxito de la lactancia materna está relacionado directamente con el parto y lo que hagamos inmediatamente después del parto.

A continuación, te voy a explicar como puedes favorecer la lactancia y cuales son los requisitos indispensables en el parto y tras el:

1. Dar una bienvenida cálida y crear un ambiente romántico 

La lactancia en un proceso fisiológico hormonal, íntimamente ligado a las emociones y sensaciones. Debemos procurar dar una bienvenida cálida a nuestro bebé, sin ruidos, sin excesivas luces, con calor y amor por parte de la madre y sin intervenciones innecesarias. 

Algunos de los tips que considero esenciales son: baja la luces del paritorio y de la habitación, huele a tu bebé, pon música suave y agradable, tápate con tu manta y utiliza tu pijama o camisón. Además, considero esencial evitar recibir visitas largas e innecesarias (ya tendrán tiempo para conocer al bebé más adelante). 

2. Piel con piel tras el parto

Nacer y sentirse sobre el cobijo de mamá es fundamental, realizar el piel con piel de forma ININTERRUMPIDA tras el parto un mínimo de dos horas es una de los requisitos más importantes para iniciar la lactancia materna de forma precoz. La separación madre – bebé puede interrumpir el proceso natural de búsqueda del pecho del bebé, y afectar negativamente al inicio de la lactancia. 

Cuando el bebé está en contacto directo con la madre, se favorece la secreción de prolactina y oxitocina, hormonas que participan en la lactancia materna. Por lo tanto, es recomendable que el bebé permanezca en contacto piel con piel con la madre durante al menos las primeras horas después del parto, y así lo debes indicar en tu plan de parto. 

3. Facilitar el agarre espontáneo

El recién nacido está programado para buscar y encontrar el pecho por sí mismo y por ello, es importante que el bebé tenga acceso al pecho de la madre lo más pronto posible después del parto. De hecho, se ha demostrado que los bebés que son amamantados en la primera hora de vida tienen más probabilidades de continuar la lactancia materna a largo plazo.

El contacto piel con piel favorece el agarre espontáneo, sin ropa, sin pañal, sin barreras. La linea alba (linea oscura que sale en la piel de la mama desde el pubis y se extiende hasta encima del ombligo, guía al bebé en su camino hacía el pecho materno. ¿Lo sabías? La naturaleza del cuerpo humano es muy inteligente. Además, el calostro tiene un olor muy parecido al del líquido amniótico, lo que hace que el bebé sienta atracción por acercarse al pezón. Asimismo, el bebé necesita escuchar el corazón y la respiración materna, algo que le resulta familiar tras 9 meses de gestación. 

Permite que tu bebé trepe hasta tu pecho, o colócalo cerca de él, deja que huela y buque, que abra la boca e intente realizar el primer agarre, la primera succión. 

4. Ofrecer el pecho frecuentemente

Tras el nacimiento, los bebés experimentan un periodo de reactividad, en el que están energéticos, activos, despiertos. En este momento es ideal ofrecer el pecho para iniciar la lactancia

Recuerda que la lactancia es a demanda, por lo que debemos estar atentos a las primeras señales (cuando mueve la cabeza y la boca o mueve las manos) para ofrecer el pecho. Si por otro lado, tu bebé duerme más de 3-4 horas durante los primeros días, puedes despertarlo y ofrecerle el pecho. 

5. No ofrecer suplementos de lactancia artificial

Es fundamental no ofrecer suplementos de lactancia artificial, a no ser que sea estrictamente necesario. Si por alguna razón se le debe administrar lactancia artificial (se ha separado a la madre y al bebé por alguna razón médica), te aconsejo que no utilices biberón y tetina, ya que crearía confusión en la forma en la que se succiona. Puedes utilizar métodos alternativos como jeringa-dedo, y posteriormente, ofrecer el pecho cuando sea posible. 

Como matrona, me siento en el deber de proteger este momento y de darle a cada bebé el derecho de que los brazos de su madre lo sostengan y lo protejan. Es tu responsabilidad (como madres y padres) proteger este instante, y la mejor herramienta es a través de la información y formación. En el curso de preparación al parto y a la ma(pa)ternidad te cuento con detalle todos estos requisitos y muchos más, para asegurar que tu lactancia sea un éxito.

La lactancia materna es más que un alimento, es vínculo, seguridad, amor y desarrollo físico y neurológico. 

Noemí Rodríguez